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La gran pregunta que siempre se ha planteado el ser humano ha sido: ¿Estamos solos en el universo?
Si bien el consenso común es que dominamos el sistema solar y somos las únicas formas de vida conscientes que actualmente lo ocupan, nuestra comprensión del espacio aún es limitada. Algunos consideran que el pueblo Anunnaki es clave para encontrar las respuestas a esa y muchas otras preguntas.
Para resolver los enigmas del espacio, debemos mirar al pasado. Una de las primeras civilizaciones registradas es la de los acadios . Después del colapso del imperio sumerio, los acadios se levantaron de las ruinas de la antigua ciudad de Akkad en algún momento alrededor del tercer milenio antes de Cristo. Los acadios desarrollaron una sociedad avanzada que incluía una sólida cultura de las artes y la literatura, ciencias primitivas, prácticas agrícolas avanzadas y filosofía y religión. Estos antiguos pueblos dejaron un legado de innovaciones que aún es visible en el Medio Oriente. También dejaron curiosas tablillas de piedra desde aproximadamente el 2600 a. C. En estas tablillas se utilizaba la escritura cuneiforme tomada de los sumerios. Sin embargo, a diferencia del sumerio, con el acadio la escritura evoluciona hasta un sistema silábico completo.

Estas tablas de piedra son imposibles de descifrar para la persona común y solo los expertos en la antigua cultura sumeria y acadia tienen las pistas necesarias para reconstruir el significado de estas tablillas. Uno de esos estudiosos fue Zecharia Sitchin , un estudioso de las culturas antiguas.
Sitchin descubrió referencias en tablillas antiguas a una raza llamada pueblo Anunnaki. Muchos creen que los acadios habían creado un panteón alrededor de una raza de dioses y que los Anunnaki eran estos dioses . Sin embargo, a medida que evaluaba más y más artefactos acadios, Sitchin se convenció de que los Anunnaki no eran dioses ni personas, sino extraterrestres de un décimo planeta de nuestro sistema solar.
¿Por qué Sitchin pensaría que los Anunnaki eran una raza de extraterrestres? Si bien su teoría puede parecer descabellada, las teorías son similares a las de autores populares anteriores a él, incluido Erich von Däniken, quien escribió el bestseller del New York Times , Chariots of the Gods .
La conclusión de Sitchin proviene de varios artefactos acadios que revelan un conocimiento más profundo de nuestro sistema solar de lo que debería haber sido posible, dadas las limitaciones tecnológicas de la época. De hecho, los acadios habían desarrollado mapas estelares complejos y muy precisos que mostraban cuerpos celestes imposibles de ver sin un telescopio. Estos mapas representaban con precisión la mecánica orbital de los planetas de nuestro sistema solar y presentaban un décimo planeta que aún no se ha descubierto.
Sitchin conectó estos mapas estelares con antiguos escritos acadios que se referían a "fuegos" del cielo (nafal) y "gente de los cohetes de fuego" (nefilim). Muchos interpretan estas leyendas de nephilim como nada más que una narración religiosa que rodea las historias de origen de los Anunnaki. Sitchin, sin embargo, creía que había una conexión más profunda. Él creía que las historias de los nephilim que venían a la Tierra en recipientes de fuego no representaban ángeles, sino viajeros, los Anunnaki, antiguos extraterrestres .
Cilindro acadio c. 2300 A.C. que muestra a Inanna, Utu y Enki, tres deidades pertenecientes a los Anunnaki.
Al leer más en los textos, Sitchin desarrolló una teoría compleja sobre los Anunnaki. En lugar de dioses imaginarios, cree que los Anunnaki eran, de hecho, viajeros de este misterioso décimo planeta, conocido como Nibiru (sitio/planeta de cruce. Nibiru, según Sitchin, sigue una órbita elíptica de 3600 años que lo oculta a los ojos humanos. El planeta está ubicado en algún lugar del espacio más allá del cinturón de Kuiper, posiblemente más lejos que Plutón, excepto en las ocasiones en que la naturaleza de la órbita hace que pase por nuestro sistema solar. Sitchin argumenta que las catástrofes antiguas, como inundaciones y extinciones masivas, pueden haberse originado a partir de interrupciones causadas por la presencia de este gigante estelar cuando su órbita coincidió con la nuestra.
Los extraterrestres Anunnaki llegaron a la Tierra como exploradores, en busca de depósitos minerales, específicamente oro. No dispuestos a hacer el trabajo de minería por su cuenta, los Anunnaki crearon una raza de personas que podrían hacer su trabajo por ellos; esa raza se convirtió en Homo Sapiens, seres humanos. Los Anunnaki hicieron esto insertando su ADN en los habitantes locales de la Tierra, quienes en ese momento habrían sido reconocidos como Homo Erectus. Este acto de creación ha llevado a la descripción de los Anunnaki como dioses, pero en la interpretación de Sitchin, esto es simplemente una confusión que surge de su creación del homo sapiens. Los extraterrestres Anunnaki fueron deificados por error, y las generaciones posteriores de arqueólogos fueron víctimas del sesgo de confirmación al evaluar los artefactos acadios.
Si bien es fácil ser escéptico ante estas afirmaciones, los acadios demostraron una notable conocimiento astronómico. Sus mapas estelares predijeron con precisión cosas como los tamaños y colores de Neptuno y Urano y la existencia de planetas exteriores, muchos de los cuales han sido confirmados por la ciencia moderna. De hecho, en 2016, el reportero del New York Times , Kenneth Chang, declaró que los astrónomos habían encontrado evidencia de un gran cuerpo celeste que acecha fuera de nuestro sistema solar típico, algo que bien podría ser el misterioso planeta de Nibiru que alberga a los Anunnaki aunque desde los círculos científicos se contradicen totalmente estas teorías y niegan tajantemente todo lo relacionado con Nibiru.
Muchas preguntas quedan pendientes y abiertas.
¿Están los Anunnaki por ahí? ¿Vinieron a la Tierra para interactuar con los acadios, compartiendo su conocimiento del espacio y la tecnología con estas personas antiguas, creando el Homo Sapiens a partir de la plantilla proporcionada por el Homo Erectus?
¿Eran los Anunnakis los antiguos astronautas?
Fuente: Paranorms, Conclusion.com.ar, Wikipedia
Si bien el consenso común es que dominamos el sistema solar y somos las únicas formas de vida conscientes que actualmente lo ocupan, nuestra comprensión del espacio aún es limitada. Algunos consideran que el pueblo Anunnaki es clave para encontrar las respuestas a esa y muchas otras preguntas.
Gente Anunnaki

Estas tablas de piedra son imposibles de descifrar para la persona común y solo los expertos en la antigua cultura sumeria y acadia tienen las pistas necesarias para reconstruir el significado de estas tablillas. Uno de esos estudiosos fue Zecharia Sitchin , un estudioso de las culturas antiguas.
Sitchin descubrió referencias en tablillas antiguas a una raza llamada pueblo Anunnaki. Muchos creen que los acadios habían creado un panteón alrededor de una raza de dioses y que los Anunnaki eran estos dioses . Sin embargo, a medida que evaluaba más y más artefactos acadios, Sitchin se convenció de que los Anunnaki no eran dioses ni personas, sino extraterrestres de un décimo planeta de nuestro sistema solar.
Teorías sobre los extraterrestres Anunnaki
La conclusión de Sitchin proviene de varios artefactos acadios que revelan un conocimiento más profundo de nuestro sistema solar de lo que debería haber sido posible, dadas las limitaciones tecnológicas de la época. De hecho, los acadios habían desarrollado mapas estelares complejos y muy precisos que mostraban cuerpos celestes imposibles de ver sin un telescopio. Estos mapas representaban con precisión la mecánica orbital de los planetas de nuestro sistema solar y presentaban un décimo planeta que aún no se ha descubierto.
Sitchin conectó estos mapas estelares con antiguos escritos acadios que se referían a "fuegos" del cielo (nafal) y "gente de los cohetes de fuego" (nefilim). Muchos interpretan estas leyendas de nephilim como nada más que una narración religiosa que rodea las historias de origen de los Anunnaki. Sitchin, sin embargo, creía que había una conexión más profunda. Él creía que las historias de los nephilim que venían a la Tierra en recipientes de fuego no representaban ángeles, sino viajeros, los Anunnaki, antiguos extraterrestres .

Al leer más en los textos, Sitchin desarrolló una teoría compleja sobre los Anunnaki. En lugar de dioses imaginarios, cree que los Anunnaki eran, de hecho, viajeros de este misterioso décimo planeta, conocido como Nibiru (sitio/planeta de cruce. Nibiru, según Sitchin, sigue una órbita elíptica de 3600 años que lo oculta a los ojos humanos. El planeta está ubicado en algún lugar del espacio más allá del cinturón de Kuiper, posiblemente más lejos que Plutón, excepto en las ocasiones en que la naturaleza de la órbita hace que pase por nuestro sistema solar. Sitchin argumenta que las catástrofes antiguas, como inundaciones y extinciones masivas, pueden haberse originado a partir de interrupciones causadas por la presencia de este gigante estelar cuando su órbita coincidió con la nuestra.
Los extraterrestres Anunnaki llegaron a la Tierra como exploradores, en busca de depósitos minerales, específicamente oro. No dispuestos a hacer el trabajo de minería por su cuenta, los Anunnaki crearon una raza de personas que podrían hacer su trabajo por ellos; esa raza se convirtió en Homo Sapiens, seres humanos. Los Anunnaki hicieron esto insertando su ADN en los habitantes locales de la Tierra, quienes en ese momento habrían sido reconocidos como Homo Erectus. Este acto de creación ha llevado a la descripción de los Anunnaki como dioses, pero en la interpretación de Sitchin, esto es simplemente una confusión que surge de su creación del homo sapiens. Los extraterrestres Anunnaki fueron deificados por error, y las generaciones posteriores de arqueólogos fueron víctimas del sesgo de confirmación al evaluar los artefactos acadios.
Si bien es fácil ser escéptico ante estas afirmaciones, los acadios demostraron una notable conocimiento astronómico. Sus mapas estelares predijeron con precisión cosas como los tamaños y colores de Neptuno y Urano y la existencia de planetas exteriores, muchos de los cuales han sido confirmados por la ciencia moderna. De hecho, en 2016, el reportero del New York Times , Kenneth Chang, declaró que los astrónomos habían encontrado evidencia de un gran cuerpo celeste que acecha fuera de nuestro sistema solar típico, algo que bien podría ser el misterioso planeta de Nibiru que alberga a los Anunnaki aunque desde los círculos científicos se contradicen totalmente estas teorías y niegan tajantemente todo lo relacionado con Nibiru.
Muchas preguntas quedan pendientes y abiertas.
¿Están los Anunnaki por ahí? ¿Vinieron a la Tierra para interactuar con los acadios, compartiendo su conocimiento del espacio y la tecnología con estas personas antiguas, creando el Homo Sapiens a partir de la plantilla proporcionada por el Homo Erectus?
¿Eran los Anunnakis los antiguos astronautas?
Fuente: Paranorms, Conclusion.com.ar, Wikipedia
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