Alrededor de las 10 de la mañana del 16 de septiembre de 1994, los alumnos de la escuela privada de Ariel se encontraban fuera, en el patio, disfrutando del recreo de media mañana. Los docentes de la escuela estaban adentro, en una reunión, cuando la vida de unos 60 niños cambió por completo en cuestión de minutos.

Días antes varios avistamientos de ovnis fueron informados a lo largo de la zona sur de África.

Un grupo de niños dijo haber visto un objeto en forma de disco luminoso que aterrizó entre los sembrados y yerbas, justo detrás del patio del colegio. Si bien es cierto que algunos niños no recuerdan haber presenciado nada esa mañana, los que si lo hacen (62 niños), fueron muy consistentes en sus relatos y en su forma de contar lo sucedido.


Algunos de los pequeños testigos, incluso, afirmaron haber visto salir de la nave varios humanoides con "ojos muy grandes y negros" y que vestidos con trajes de color oscuro, incluso llegaron a comunicarse con ellos de forma telepática. Aparentemente los seres les advirtieron que era imprescindible cuidar el medio ambiente y les dijeron que si la humanidad no lo hacía, habría una catástrofe ambiental para la tierra. Además, en cierto modo, les transmitieron la importancia de no dejarnos llevar por las tecnologías que podrían acabar con toda la sociedad. Según los niños los extraterrestres eran inofensivos y amables con los ellos y simplemente querían transmitirles un mensaje. Esa fue la constante durante cada uno de los relatos.


El profesor de psiquiatría de Harvard, John E. Mack, visitó la escuela y grabó cada una de mas entrevistas con los niños. Fue asistido por el productor sudafricano Nicky Carter, quien ya había realizado un breve documental sobre el tema para la SABC un tiempo antes. El psicólogo habló con cada niño de forma independiente y les pidió que hicieran un dibujo de lo que vieron. Sus imágenes e historias eran todas similares lo que llevo a Mack a pensar y a decir que las experiencias contadas por los niños parecían verídicas. Desde ese momento Mack fue visto con recelo por parte de sus colegas de profesión pero lamentable un accidente automovilístico acabó con la vida de John Mack en el año 2004.


Aunque el fotógrafo Gunter Hofer, fue uno de los primeros en llegar a la escena, no fue hasta hace muy poco que compartió sus fotos con DailyMail.com mostrando unas impresiones en forma de cuña en el suelo que en ese momento era duro como una roca a causa de la sequía y una huella ovalada en la hierba supuestamente dejada por la nave.


Durante años los chicos han mantenido su versión de la historia llegando a considerarse uno de los encuentros cercanos más creíbles de la historia.
El 20 de mayo de 2022 se estrenó la película Ariel Phenomenon basada en las experiencias vividas ese día de 1994.


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Llegados a este punto me planteo varias cuestiones:

Creo que la verdadera importancia de este caso, más allá del propio avistamiento y encuentro cercano lo tiene el hecho de que un grupo de niños fueron supuestamente contactados para informar o hacer pensar en lo importante de no convertirnos en una sociedad en exceso tecnológica.

Con respecto al incidente en sí creo que por su localización, un o pequeño pueblo de África, una escuela, y que los testigos hayan sido un grupo de niños con poca o nula influencia extrema; precisamente sin tener conocimiento de que era un ovni, lo hace aún más importante y me preguntó entoces cual esla razón por la que un colegio fue el sitio elegido para tan importante contacto. ¿Es más seguro para los supuestos visitantes?
¿Podemos considerará un grupo de más de 60 niños como testigos de alto valor y por lo tanto darle más fiabilidad a un caso de este tipo?