- Dom, 03 Abr 2022, 15:19
#119
En 1980, una familia de Connecticut, los Glatzel, fueron a limpiar la nueva casa a la que se mudarían próximamente. El joven David Glatzel, de 11 años, dijo haber visto el espíritu de un anciano enojado y que éste lo había empujado físicamente, pero los padres de David pensaron que todo había sido una invención del niño para evitar ayudar en las tareas de limpieza de la nueva casa. La familia finalmente se mudó a la propiedad a pesar de que David les contó cómo el anciano le había advertido que si lo hacían tendían consecuencias nada agradables.
David Glatzel siguió viendo al anciano, en ocasiones como una bestia demoníaca que hablaba un idioma raro (supuestamente latín). La familia Glatzel pronto observó que David actuaba de manera extraña. El niño de 11 años comenzó a tener convulsiones, experimentar lesiones extrañas, gruñir y sisear, y hablar sobre pasajes de la Biblia y El paraíso perdido de John Milton. En una ocasión la madre de David, Judy Glatzel, describió la entidad que atormentaba a su hijo como "un hombre con grandes ojos negros, una cara delgada con rasgos animales y dientes afilados, orejas puntiagudas, cuernos y pezuñas”.
El tiempo pasaba y el niño continuaba sufrido las visiones y daños físicos inexplicables por lo que la familia decidió llamar a la Iglesia Católica para pedir que le hicieran un exorcismo. La Iglesia Católica se negó a intervenir, y la siguiente llamada de la familia Glatzel fue a un par de investigadores paranormales de la vida real, Lorraine y Ed Warren, que también vivían en Connecticut y dedicaban si vida al estudio de este tipo de fenómenos.
La pareja que aceptó estudiar el caso dijo posteriormente que observaron a David Glatzel levitando, golpeado por "manos invisibles", y que comenzó a ser capaz de predecir el futuro. Ed Warren dijo que el niño no solo estaba poseído por demonios, sino que un total de 43 espíritus demoníacos estaban unidos a él. Los Warren estuvieron de acuerdo con la familia Glatzel en que la única solución era realizar un exorcismo, por lo que encontraron a un sacerdote católico dispuesto a realizar un exorcismo. Existe un debate sobre la forma en la que se solicitó el exorcismo esta segunda vez y en la intervención de los Warren dada la primera negativa a realizar el exorcismo por parte de la iglesia, aunque finalmente, se realizaron tres exorcismos.
Una de las hijas de los Glatzel, Debbie Glatzel, se sentía tan insegura que le pidió a su novio de 19 años, Arne Cheyenne Johnson, que se mudara a la casa familiar para estar juntos. Se cuenta que Johnson estuvo presente en uno de los exorcismos y, en un intento por proteger al niño, éste animó a los demonios a salir del cuerpo de David y entrar en el suyo. Los Warren le advirtieron del peligro que eso representaría.
Debbie Glatzel y Arne Cheyenne Johnson se mudaron de la casa de los Glatzel para protegerse, pero ya era demasiado tarde. Johnson comenzó a experimentar muchos de los mismos síntomas que David. Como Debbie Glatzel testificó más tarde, “Cheyenne entraba en trance, gruñía y decía ver a la bestia, aunque más tarde no recordaba la experiencia", de la misma manera que el pequeño David.
Debbie Glatzel trabajaba cuidando perros en una residencia canina. La perrera estaba a cargo de un hombre de unos 40 años llamado Alan Bono, un australiano que era nuevo en Connecticut. El 16 de febrero de 1981, el novio de Debbie, Arne Cheyenne Johnson, llamó al trabajo para informar que estaba enfermo y acompañó a Debbie a su trabajo. Las hermanas de Debbie, Wanda, de 15 años, y Janice, de 13, también vinieron a la perrera ese día junto con su prima Mary, de nueve años. Arne compró almuerzo para todos y comenzó a beber mucho. Debbie preocupada decidió irse con su familia pero fue entonces cuando Alan se aferró a la prima Mary, de nueve años y comenzó a gruñir, gritar y como si alguna fuerza sobrenatural le hubiese guiado, asestó cinco puñaladas al gerente de la residencia y jefe de su novia. Acto seguido Arne huyó corriendo al bosque en una especie de trance. Más tarde aseguraba no recordar nada de lo ocurrido.
En los años 80 Estados Unidos se vivían momentos de pánico satánico con muchos de los grandes casos de asesinatos justificados con posesiones demoníacas y la presencia de entidades o fuerzas sobrenaturales, así como la celebración de rituales y misas satánicas.
Los Warren también afirmaron que Arne Cheyenne Johnson estaba "poseído por el diablo" después de que se burló de los demonios en el exorcismo de David Glatzel. Eventualmente, esto se convirtió en su defensa por asesinato. Este es el primer caso en la historia de los Estados Unidos en el que se utilizó la posesión demoníaca como táctica de defensa. Históricamente, se conoce como el caso “El diablo me obligó a hacerlo”. Sin embargo, y esta estrategia de la defensa no se permitió por falta de pruebas.
El 24 de noviembre de 1981, Arne Cheyenne Johnson fue declarado culpable de homicidio involuntario por matar a Alan Bono. Cumplió cinco años de prisión y fue puesto en libertad. A su salida se reencontró con Debbie y contrajeron matrimonio.
Durante años ha habido intercambio de opiniones entre los Glatzel, Arne y Debbie y los Warren sobre el uso de la historia por parte de estos últimos para lucrarse.
La película El Conjuro 3: el diablo me obligó a hacerlo se basa en las historias vividas por la familia Glatzel y la pareja de investigadores.
Y tu, ¿Que crees del caso?
¡Registrate y comenta!
Temas En Portada
Síguenos en Twitter | Instagram | Facebook
Regístrate en nuestro foro
el pequeño David glatzel
David Glatzel siguió viendo al anciano, en ocasiones como una bestia demoníaca que hablaba un idioma raro (supuestamente latín). La familia Glatzel pronto observó que David actuaba de manera extraña. El niño de 11 años comenzó a tener convulsiones, experimentar lesiones extrañas, gruñir y sisear, y hablar sobre pasajes de la Biblia y El paraíso perdido de John Milton. En una ocasión la madre de David, Judy Glatzel, describió la entidad que atormentaba a su hijo como "un hombre con grandes ojos negros, una cara delgada con rasgos animales y dientes afilados, orejas puntiagudas, cuernos y pezuñas”.
El tiempo pasaba y el niño continuaba sufrido las visiones y daños físicos inexplicables por lo que la familia decidió llamar a la Iglesia Católica para pedir que le hicieran un exorcismo. La Iglesia Católica se negó a intervenir, y la siguiente llamada de la familia Glatzel fue a un par de investigadores paranormales de la vida real, Lorraine y Ed Warren, que también vivían en Connecticut y dedicaban si vida al estudio de este tipo de fenómenos.
los warren
Una de las hijas de los Glatzel, Debbie Glatzel, se sentía tan insegura que le pidió a su novio de 19 años, Arne Cheyenne Johnson, que se mudara a la casa familiar para estar juntos. Se cuenta que Johnson estuvo presente en uno de los exorcismos y, en un intento por proteger al niño, éste animó a los demonios a salir del cuerpo de David y entrar en el suyo. Los Warren le advirtieron del peligro que eso representaría.
Debbie Glatzel y Arne Cheyenne Johnson se mudaron de la casa de los Glatzel para protegerse, pero ya era demasiado tarde. Johnson comenzó a experimentar muchos de los mismos síntomas que David. Como Debbie Glatzel testificó más tarde, “Cheyenne entraba en trance, gruñía y decía ver a la bestia, aunque más tarde no recordaba la experiencia", de la misma manera que el pequeño David.
el asesinato
el caso
Los Warren también afirmaron que Arne Cheyenne Johnson estaba "poseído por el diablo" después de que se burló de los demonios en el exorcismo de David Glatzel. Eventualmente, esto se convirtió en su defensa por asesinato. Este es el primer caso en la historia de los Estados Unidos en el que se utilizó la posesión demoníaca como táctica de defensa. Históricamente, se conoce como el caso “El diablo me obligó a hacerlo”. Sin embargo, y esta estrategia de la defensa no se permitió por falta de pruebas.
El 24 de noviembre de 1981, Arne Cheyenne Johnson fue declarado culpable de homicidio involuntario por matar a Alan Bono. Cumplió cinco años de prisión y fue puesto en libertad. A su salida se reencontró con Debbie y contrajeron matrimonio.
Durante años ha habido intercambio de opiniones entre los Glatzel, Arne y Debbie y los Warren sobre el uso de la historia por parte de estos últimos para lucrarse.
La película El Conjuro 3: el diablo me obligó a hacerlo se basa en las historias vividas por la familia Glatzel y la pareja de investigadores.
Y tu, ¿Que crees del caso?
¡Registrate y comenta!
¿Has sentido alguna vez esas cosas punzantes en la nuca? Son ellos…