- Mié, 07 Sep 2022, 16:16
#896
Uno de los grandes enigmas de la arqueología. El descubrimiento soñado por cualquier experto en cultura minoica cuyo significado sigue siendo eso: un sueño que no acaba de hacerse realidad, un enigma complejo que se resiste a desvelar sus códigos.

El disco de Festos es un objeto que fue hallado en 1908 en el Palacio de Festos, Creta, en un pequeño vano rectangular entre montones de cerámica. Su descubridor fue el arqueólogo italiano Luigi Pernier. Se trata de un disco plano de arcilla cocida. Un texto en espiral, visible en ambas caras, recorre su superficie desde el borde exterior hacia el centro. Doscientos cuarenta y dos signos impresos mediante cuarenta y cinco punzones diversos, que hasta el momento no habían podido ser descifrados. Lo característico es que cada signo se inscribía por separado en la arcilla blanda mediante la utilización de tipos.
Yves Duhoux (1977) lo data entre 1850 y 1650 a. C., basándose en el informe de Pernier que indica que el disco fue hallado en un contexto Minoico Medio inalterado. Jeppesen (1963) lo ubica con posterioridad a 1400 a. C., basándose en una traducción errónea del informe de Pernier. Dudando de la viabilidad del informe de Pernier, Louis Godart (1990) se limita a admitir que arqueológicamente el disco puede datarse en cualquier momento de las épocas minoicas media y tardía.
Hay 61 «palabras», realizadas con 45 signos distintos, 31 en el lado A y 30 en el lado B, numeradas A1 a A31 y B1 a B30, respectivamente, de afuera hacia adentro que parecen constituir un silabario en lugar de un alfabeto.5 La siguiente transcripción es una lectura siguiendo ese orden (con los signos «cabeza emplumada» al comienzo de las palabras y los signos de tachadura al final). La palabra más corta tiene dos símbolos, y la más larga siete.


El disco de Festos es un objeto que fue hallado en 1908 en el Palacio de Festos, Creta, en un pequeño vano rectangular entre montones de cerámica. Su descubridor fue el arqueólogo italiano Luigi Pernier. Se trata de un disco plano de arcilla cocida. Un texto en espiral, visible en ambas caras, recorre su superficie desde el borde exterior hacia el centro. Doscientos cuarenta y dos signos impresos mediante cuarenta y cinco punzones diversos, que hasta el momento no habían podido ser descifrados. Lo característico es que cada signo se inscribía por separado en la arcilla blanda mediante la utilización de tipos.
Yves Duhoux (1977) lo data entre 1850 y 1650 a. C., basándose en el informe de Pernier que indica que el disco fue hallado en un contexto Minoico Medio inalterado. Jeppesen (1963) lo ubica con posterioridad a 1400 a. C., basándose en una traducción errónea del informe de Pernier. Dudando de la viabilidad del informe de Pernier, Louis Godart (1990) se limita a admitir que arqueológicamente el disco puede datarse en cualquier momento de las épocas minoicas media y tardía.
Hay 61 «palabras», realizadas con 45 signos distintos, 31 en el lado A y 30 en el lado B, numeradas A1 a A31 y B1 a B30, respectivamente, de afuera hacia adentro que parecen constituir un silabario en lugar de un alfabeto.5 La siguiente transcripción es una lectura siguiendo ese orden (con los signos «cabeza emplumada» al comienzo de las palabras y los signos de tachadura al final). La palabra más corta tiene dos símbolos, y la más larga siete.

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A coelo usque ad centrum, scientia ac labore: flectere si nequeo superos, acheronta movebo...