Este es uno de esos casos que no sabría dónde meterlo. ¿Podríamos hablar de un encuentro cercano con un ser extraterrestre o hablamos de un criptido?

El 12 de septiembre de 1952, varios testigos informaron haber visto extraños objetos voladores en más de 100 lugares de los Estados Unidos. Desde Pensilvania hasta California, los periódicos del día siguiente presentaron relatos de testigos presenciales de todo, desde extraños rayos de luz que se movían rápidamente hasta clásicos platillos voladores que se deslizaban cerca del suelo.

Freddie May, de once años, estaba jugando en el patio de su escuela en el pequeño pueblo de Flatwoods, West Virginia esa noche de septiembre cuando uno de sus compañeros de repente lanzó un grito que hizo que la atención de los niños se dirigiera al cielo. Luego vieron "una bola de fuego de forma ovalada" volando cerca de sus cabezas que emitía un rastro de llamas. Mientras el grupo de niños observaba el extraño objeto descender a la cima de una montaña cercana, uno de ellos gritó emocionado "¡es un platillo volador!"

Otros residentes de Flatwoods describirían haber visto una especie de avión plano que emitía colores naranjas y rojos descender sobre la misma área que informaron los escolares, que estaba cerca de una granja local. May y sus amigos corrieron a casa para contarles a sus padres lo que habían visto y, junto con la madre de Freddie, el vecino Eugene Lemon y el perro de Lemon, fueron a la granja a investigar.

A medida que el grupo se acercaba a donde pensaban que había aterrizado el extraño objeto, comenzaron a detectar un extraño "olor a azufre" que comenzó a hacer que todos se sintieran un poco enfermos. Además, una extraña niebla comenzó a levantarse a su alrededor y escucharon un constante silbido metálico. En un momento, el perro de Lemon, con el pelo de punta, se congeló abruptamente y luego echó a correr hacia la niebla.

Lemon y los demás corrieron tras el perro, donde lo encontraron ladrando cerca de una valla de madera. Aunque querían seguir avanzando, el perro se negó a dar un paso más. A medida que avanzaban el olor y el ruido se hicieron cada vez más fuertes.



De repente, Lemon notó un par de ojos que lo miraban desde la oscuridad. Apuntó su linterna al lugar donde supuso que vería una zarigüeya o algún animal. En cambio, lo que vieron en las sombras los perseguiría para siempre.

Los testigos describieron a la criatura que se conocería como el "Monstruo de Flatwoods" o el "Monstruo del condado de Braxton" como "un monstruo de 3 metros con una cara roja como la sangre y un cuerpo verde que parecía brillar". También afirmaron que los ojos de la criatura proyectaban haces de luz que iluminaban toda el área. Eventualmente, el monstruo comenzó a flotar sobre el camino y se perdió de vista, pero no antes de cubrir a la Sra. May con una extraña sustancia aceitosa.


El grupo asustado volvió a toda velocidad a la ciudad, donde inmediatamente llamaron al sheriff y a los periódicos locales. El sheriff y su ayudante (que venían de investigar los informes de un accidente aéreo ) subieron a la cima de la montaña, pero no vieron ni olieron nada de lo que habitan comentado los vecinos.

Varios lugareños (diferentes a los del grupo de May y Lemon) informarían más tarde haber visto el extraño avión, y muchas de las personas que afirmaron haber estado en contacto con la extraña criatura, aseguraron que durante los siguientes días, sufrieron de una extraña enfermedad, que los creyentes consideraron que podría haber estado relacionada con la inhalación de la densa niebla.

Entonces, ¿hay una explicación lógica para lo que el grupo May describió haber visto en las montañas de Virginia Occidental aquélla noche de septiembre de 1952? Son muchos los que aseguran que a parte de los grupos que confirmaron haber visto el extraño objeto volado, otras personas vivieron la misma experiencia pero consideraron que lo que habían visto era un meteorito por lo que no se alarmaron demasiado. De hecho, la mayoría de los niños en el patio de la escuela también habían asumido primero que el objeto que volaba sobre ellos hacia la montaña era un meteorito.

En cuanto al monstruo en sí, el grupo de alguna manera experimentó una alucinación compartida, vio una lechuza posada, o este encuentro cercano no fue más que un truco publicitario artificial.