- Dom, 04 Dic 2022, 12:06
#1221
Empujo con la cabecera de la cama la pesada puerta de hojas dobles que da paso a una sala embaldosada de un color predominantemente blanco con mobiliario, en su mayoría metálico, y fuerte olor a desinfectante.
Lo observo antes de introducirlo en su estancia temporal; y, una vez depositado, solos en la soledad de la sala, me pregunto: ¿no habría preferido la incineración antes de la oscuridad, silencio, soledad y destrucción que le espera?… Le cubro con una sábana, y empujo la camilla dentro del frigorífico. Ese “clic” de cierre de la cámara y mi respiración son los únicos sonidos que me recuerdan que sigo vivo. Cierro la puerta de la sala y, cabizbajo, recorro los escasos metros que separan el mundo de los vivos del de los muertos.
Lo observo antes de introducirlo en su estancia temporal; y, una vez depositado, solos en la soledad de la sala, me pregunto: ¿no habría preferido la incineración antes de la oscuridad, silencio, soledad y destrucción que le espera?… Le cubro con una sábana, y empujo la camilla dentro del frigorífico. Ese “clic” de cierre de la cámara y mi respiración son los únicos sonidos que me recuerdan que sigo vivo. Cierro la puerta de la sala y, cabizbajo, recorro los escasos metros que separan el mundo de los vivos del de los muertos.