- Jue, 23 Jun 2022, 00:33
#472
Sobre la sensación que experimentan algunos, que les están halando los pies. Sé atribuyó a una enfermedad el síndrome Willis Ebom, una enfermedad que hace que tus piernas salten sin razón, la descripción de la enfermedad habla de hormigueo, calambres, movimiento involuntarios, pero no refiere la percepción de halado.
En el año 1978 vivíamos mis padres y mi hermano en un barrio muy tranquilo, que tenía lugares para mí especiales cómo el cine al aire libre, el cementerio y el techo de la casa dónde me subía para mirar el cielo y los relámpagos que sé producían en la distancia.
Solía ser elocuente y los muchachos del barrio me buscaban para que les contará historias fantásticas nacidas de mí "imaginación" . Solíamos sentarnos en el portal de uno de los vecinos, cuando había luna corríamos a su luz disputando a quien acompañaba y luego nos sentamos a contar historias. Cuando terminabamos y nos íbamos cada uno para su casa sentía la sensación que me seguían pero no sentia miedo, miraba hacia atrás y no veía nada. Siempre que llegaba a casa mis padres estaban viendo televisión, los saludaba y me iba para mí cuarto. Que tenía mí cama y la de mí hermano más pequeño, por eso rara vez lo encontraba despierto.
En ese año comencé a despertar en las madrugadas con deseos de miccionar y cuando regresaba del baño sentía voces y risas y en la oscuridad debajo del televisor destellos de luces que parecían ojitos. Recuerdo que miraba cómo si nada y volvía a dormir.
Y así sucedió muchísimas noches. Hasta que en una oportunidad siento que las risas y voces están en el cuarto pero igual no sentía miedo, mí hermano dormía profundamente y cuando yo levantaba la cabeza para mirar desaparecía el ruido.
Entonces comencé hacer lo siguiente iba al baño, miraba las luces debajo del televisor y me acostaba. Me quedaba quieta sin moverme y cerraba los ojos, al rato sentía que entraban en el cuarto las criaturitas reían y cuchicheaban y se subían a la cama y me halaban los pies, pero no me movía. Sí lo hacía se iban.
Así fue por varios años hasta que fuimos para otra casa y no las sentí más.
Bueno hasta aquí esta experiencia. Por favor disculpen si me extendi. Gracias sí leen o no. Shalom.

En el año 1978 vivíamos mis padres y mi hermano en un barrio muy tranquilo, que tenía lugares para mí especiales cómo el cine al aire libre, el cementerio y el techo de la casa dónde me subía para mirar el cielo y los relámpagos que sé producían en la distancia.
Solía ser elocuente y los muchachos del barrio me buscaban para que les contará historias fantásticas nacidas de mí "imaginación" . Solíamos sentarnos en el portal de uno de los vecinos, cuando había luna corríamos a su luz disputando a quien acompañaba y luego nos sentamos a contar historias. Cuando terminabamos y nos íbamos cada uno para su casa sentía la sensación que me seguían pero no sentia miedo, miraba hacia atrás y no veía nada. Siempre que llegaba a casa mis padres estaban viendo televisión, los saludaba y me iba para mí cuarto. Que tenía mí cama y la de mí hermano más pequeño, por eso rara vez lo encontraba despierto.
En ese año comencé a despertar en las madrugadas con deseos de miccionar y cuando regresaba del baño sentía voces y risas y en la oscuridad debajo del televisor destellos de luces que parecían ojitos. Recuerdo que miraba cómo si nada y volvía a dormir.
Y así sucedió muchísimas noches. Hasta que en una oportunidad siento que las risas y voces están en el cuarto pero igual no sentía miedo, mí hermano dormía profundamente y cuando yo levantaba la cabeza para mirar desaparecía el ruido.
Entonces comencé hacer lo siguiente iba al baño, miraba las luces debajo del televisor y me acostaba. Me quedaba quieta sin moverme y cerraba los ojos, al rato sentía que entraban en el cuarto las criaturitas reían y cuchicheaban y se subían a la cama y me halaban los pies, pero no me movía. Sí lo hacía se iban.
Así fue por varios años hasta que fuimos para otra casa y no las sentí más.
Bueno hasta aquí esta experiencia. Por favor disculpen si me extendi. Gracias sí leen o no. Shalom.

