En 1978, ocurrió un caso en la URSS, que todavía se discute entre los ufólogos. No muy lejos de Perm había un campamento pionero para niños "Радуга" (Arcoiris). Cada año, varios cientos de niños y niñas se reunían para pasear unas vacaciones en el. Había niños tanto de las ciudades y pueblos más cercanos como de otros más distantes. La protagonista de esta historia es originaria de San Petersburgo. A la edad de 15 años, visitó el "Arcoiris" y se encontró en el centro de extraños eventos.

El 21 de julio de 1978, Larisa Goyvorova se despertó en la noche porque alguien la llamaba por su nombre. Al mismo tiempo, el sonido lo podía escuchar en su cabeza. La niña despertó a su amiga Masha Ostapenko y le preguntó si había escuchado algo inusual, a lo que la amiga respondió de forma negativa. Unos minutos después, todo volvió a suceder. Larisa se acercó a la ventana y vio varios objetos luminosos flotando sobre los árboles.

La adolescente, inmersa en gran sorpresa, se vistió y salió al exterior. Todo lo que sucedió a continuación fue contado por la amiga de Goyvorova, Masha:

Larisa salió a la calle y miró a su alrededor. Después de asegurarse de que no había nadie cerca, dio unos pasos hacia las esferas luminosas. Había cuatro o cinco de ellas. Al principio se posaban sobre los árboles, pero luego bajaron a una altura de 3-4 metros. Durante algún tiempo, los objetos estuvieron sobre Larisa y luego se alinearon al nivel de su cabeza desde cuatro lados. Unos rayos de color azul brillante, que aparentemente conectaban a las esferas, aparecieron entre ellas. Luego hubo un destello y Larisa desapareció. Las conexiones entre los objetos luminosos se rompieron, volaron nuevamente por encima de los árboles y se precipitaron hacia un lado.

Las niña se buscó desde hace más de 3 años. Los policías fueron asistidos tanto por organizaciones especiales como por voluntarios ordinarios. Debido a este incidente, el liderazgo del campamento cambió y luego estuvo completamente cerrado durante varios años. Los intentos de rehabilitación del campamento infantil en los años 90 no tuvieron éxito. Larisa Goyvorova nunca fue encontrada. Masha Ostapenko también trató de encontrar a su amiga, pero a los 30 años dejó de buscar.
Durante la investigación de la desaparición de Larisa, resultó que aquellas voces no solo fueron escuchadas por Larisa, sino también por al menos otros dos chicos. Es cierto que ellos, a diferencia de la niña, no abandonaron el edificio del campamento.

Aún hoy el caso de Larisa Goyvorova sigue sin resolverse y las hipótesis van desde la abducción, hasta el secuestro.
Dada la poca información es muy probable que todo siga así para siempre.