¿Cuántos secretos guardarán las animadas e intrincadas calles de cualquier ciudad japonesa? ¿Qué se esconderá tras la máscara de neón que las cubre? ¿Acaso un mundo de espíritus que nos observa, atento a nuestros éxitos y a nuestras desgracias?

Cerca de 100.000 personas al año se «evaporan» en Japón, dando lugar a un fenómeno conocido como johatsu. Son personas que, de la noche a la mañana, desaparecen, dejándolo todo atrás para comenzar una nueva vida desde cero. Ni sus familias, ni sus jefes, ni las autoridades pueden saber qué ha sido de ellos.

Muchos huyen acosados por las deudas, amenazados por cobradores de la yakuza que no dudarán en cobrarse el pago por cualquier método. Otros, huyen ante la vergüenza de haber fracasado en el trabajo o en los exámenes, o huyendo de los malos tratos de parejas desalmadas.

Un tabú que pretende ignorarse, pero que es muy real.

No hay espíritus, apariciones ni OVNIS en las historias de aquellos que se han visto avocados a la evaporación, pero sí demonios: los demonios del arrepentimiento. Unos con los que a veces es demasiado pesado vivir, y el día a día se convierte en mero subsistir.

En mi canal de Youtube he subido un vídeo explicando un poco más en detalle el origen del término y cómo se lleva a cabo dicha evaporación. Os dejo el enlace por si os interesa.