- Vie, 14 Oct 2022, 17:44
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Poveglia es una pequeña isla situada entre Venecia y Lido en la Laguna de Venecia, al norte de Italia. Un pequeño canal la divide en dos partes y los mismos venecianos la conocen popularmente como "la isla de los fantasmas" o la "isla del no retorno" debido a su historia, que comenzó cuando fue utilizada como una estación de aislamiento y cuarentena para personas afectadas por la Peste.

Antaño una ciudad próspera, la Guerra de Chioggia entre las repúblicas de Génova y Venecia obligó a evacuar su población a la ciudad de los canales por primera vez.
En el siglo XIV, Europa sufrió una gran plaga de peste bubónica, siendo Venecia un gran foco de infección debido a las rutas comerciales. Esta enfermedad terminó con poco más de un tercio de la población mundial. La muerte acechaba en cada esquina y muchas ciudades europeas, como Venecia, encontraron serias dificultades para almacenar tal cantidad de cadáveres.
La parcela de 18 acres también se utilizó como cementerio masivo donde se cree que se quemaron unas 160.000 víctimas para detener la propagación de la enfermedad. La isla mantuvo las funciones de estación de cuarentena marítima durante el siglo XIX y hasta el segundo período de posguerra. En el último período, los edificios se utilizaron en parte como una casa de convalecencia geriátrica, pero según las historias sobre la isla se trataba más bien de un manicomio donde se practicaron lobotomías y experimentos de película de terror. Así duró hasta 1968, cuando a isla se abandonó definitivamente y se cedió en propiedad al estado.
Según exploradores “ilegales” (ya que la entrada a la isla está prohibida) y los guardias que la recorren, han comentado que se escuchan golpes de campana aunque la misma fue retirada hace más de una década, lamentos y gritos, sobre todo en las instalaciones del manicomio. Varios espiritistas confirman que la isla está ‘cargada’ de malas energías que pueden llegar a afectar a personas sensibles.


Antaño una ciudad próspera, la Guerra de Chioggia entre las repúblicas de Génova y Venecia obligó a evacuar su población a la ciudad de los canales por primera vez.
En el siglo XIV, Europa sufrió una gran plaga de peste bubónica, siendo Venecia un gran foco de infección debido a las rutas comerciales. Esta enfermedad terminó con poco más de un tercio de la población mundial. La muerte acechaba en cada esquina y muchas ciudades europeas, como Venecia, encontraron serias dificultades para almacenar tal cantidad de cadáveres.
La parcela de 18 acres también se utilizó como cementerio masivo donde se cree que se quemaron unas 160.000 víctimas para detener la propagación de la enfermedad. La isla mantuvo las funciones de estación de cuarentena marítima durante el siglo XIX y hasta el segundo período de posguerra. En el último período, los edificios se utilizaron en parte como una casa de convalecencia geriátrica, pero según las historias sobre la isla se trataba más bien de un manicomio donde se practicaron lobotomías y experimentos de película de terror. Así duró hasta 1968, cuando a isla se abandonó definitivamente y se cedió en propiedad al estado.
Según exploradores “ilegales” (ya que la entrada a la isla está prohibida) y los guardias que la recorren, han comentado que se escuchan golpes de campana aunque la misma fue retirada hace más de una década, lamentos y gritos, sobre todo en las instalaciones del manicomio. Varios espiritistas confirman que la isla está ‘cargada’ de malas energías que pueden llegar a afectar a personas sensibles.

A coelo usque ad centrum, scientia ac labore: flectere si nequeo superos, acheronta movebo...