Una de esas teorías conocidas por los seguidores de las conspiraciones es la Teoría de la Tierra Hueca.


La idea se basa en las antiguas leyendas de muchas culturas, que afirman que hay razas de personas, civilizaciones enteras, que viven en ciudades subterráneas. Muy a menudo, se dice que estos habitantes del mundo de abajo son más avanzados tecnológicamente que los que estamos en la superficie. Algunas personas incluso creen que los ovnis no nos visitan desde otros planetas, sino que son fabricados por seres dentro de la tierra.

En 1692, el astrónomo y matemático inglés Edmond Halley (descubridor del cometa que lleva su nombre) creía que nuestro mundo era una esfera hueca con una cáscara de 800 kilómetros de grosor que, como si fuera una muñeca rusa, tendría en su interior otras dos esferas huecas y un núcleo sólido con sus respectivas atmósferas y con luz diurna perpetua.


Pero en el siglo XVIII, el matemático suizo Leonhard Euler descartó esta sucesión de esferas huecas de Halley y concluyó que existía un único caparazón en cuyo exterior vivimos nosotros y en cuyo interior habría en el centro un sol de 1.000 kilómetros de diámetro que proporcionaría luz y calor a una supuesta civilización intraterrestre.

Uno de los nombres más comunes dados a la sociedad de habitantes subterráneos es Agharta (o Aghartha). Aparentemente, la fuente de esta información es "The Smoky God", la "biografía" de un marinero noruego llamado Olaf Jansen. Según "Agartha - Secretos de las ciudades subterráneas", la historia, escrita por Willis Emerson, explica cómo el barco de Jansen navegó a través de una entrada al interior de la Tierra en el Polo Norte. Durante dos años, Jansen vivió con los habitantes de las colonias de Agharta, quienes, describe Emerson, medían más de 3 metros de altura y cuyo mundo estaba iluminado por un sol central "humeante". Shamballa la Menor, una de las colonias, también fue la sede del gobierno central. "Si bien Shamballa el Menor es un continente interior, sus colonias satélites son ecosistemas cerrados más pequeños ubicados justo debajo de la corteza terrestre o discretamente dentro de las montañas".


Según se cuenta, los habitantes de Agharta fueron llevados a la clandestinidad por los muchos cataclismos y guerras que tenían lugar en la superficie de la Tierra. Las ciudades se crearon como refugios para la gente y como lugares seguros para los registros sagrados, las enseñanzas y las tecnologías que atesoraban estas culturas antiguas".

Supuestamente hay varias entradas al Reino de Agharta en todo el mundo:

• Kentucky Mammoth Cave , en el centro-sur de Kentucky, EE. UU.
• Monte Shasta, California, EE. UU. (La ciudad agartheana de Telos supuestamente se encuentra debajo de esta montaña)
• Manaos, Brasil
• Mato Grosso, Brasil (la ciudad de Posid supuestamente se encuentra debajo de esta llanura)
• Cataratas del Iguazú, en la frontera entre Brasil y Argentina
• Monte Epomeo, Italia
• Montañas del Himalaya, Tíbet (la entrada a la ciudad subterránea de Shonshe supuestamente está custodiada por monjes hindúes)
• Mongolia (la ciudad subterránea de Shingwa supuestamente se encuentra debajo de la frontera entre Mongolia y China)
• Rama, India (debajo de esta ciudad superficial hay una ciudad subterránea perdida hace mucho tiempo, algunos afirman, también llamada Rama)
• Pirámide de Giza, Egipto
• Minas del Rey Salomón
• Polos norte y sur

En la India existe una antigua creencia, todavía sostenida por algunos, en una raza subterránea de gente serpiente que habita en las ciudades de Patala y Bhogavati. Según la leyenda, hacen la guerra al reino de Agharta. "Los Nagas", según "The Deep Dwellers" de William Michael Mott, son "una raza o especie muy avanzada, con una tecnología altamente desarrollada. También albergan un odio por los seres humanos, a quienes se dice que secuestran, torturan, e incluso comen.


Si bien la entrada a Bhogavati se encuentra en algún lugar del Himalaya, los creyentes afirman que se puede ingresar a Patala a través del Pozo de Sheshna en Benarés, India. Mott escribe que esta entrada tiene:

"cuarenta escalones que descienden a una depresión circular, para terminar en una puerta de piedra cerrada que está cubierta con cobras en bajorrelieve. En el Tíbet, hay un importante santuario místico también llamado 'Patala', que la gente dice que se sienta encima de un antiguo sistema de cavernas y túneles , que se extiende por todo el continente asiático y posiblemente más allá. Los nagas también tienen afinidad con el agua, y se dice a menudo que las entradas a sus palacios subterráneos están escondidas en el fondo de pozos, lagos profundos y ríos".

En un artículo para Atlantis Rising titulado "La Tierra Hueca : Mito o Realidad", Brad Steiger escribe sobre las leyendas de "los Antiguos", una antigua raza que pobló el mundo de la superficie hace millones de años y luego se trasladó bajo tierra. "Los Antiguos, una raza inmensamente inteligente y científicamente avanzada", escribe Steiger,

"han elegido estructurar su propio entorno bajo la superficie del planeta y fabricar todas sus necesidades. Los Antiguos son homínidos, tienen una vida extremadamente larga y son anteriores al Homo sapiens en más de un millón de años. Los Antiguos generalmente permanecen distantes de los pueblos de la superficie, pero de vez en cuando, se sabe que ofrecen críticas constructivas; y se ha dicho que a menudo secuestran a niños humanos para educarlos y criarlos como propios".

Una de las historias más controvertidas de los habitantes del interior de la Tierra es el llamado "Misterio de la afeitadora". En 1945, la revista Amazing Stories publicó una historia contada por Richard Shaver, quien afirmó que recientemente había sido invitado de lo que quedaba de una civilización subterránea. Aunque pocos realmente creyeron la historia, y muchos sospechan que Shaver en realidad pudo haber sido psicótico, Shaver siempre insistió en que su historia era cierta. Sostuvo que la Raza Mayor, o los Titanes, llegaron a este planeta desde otro sistema solar en el pasado prehistórico.

Después de vivir un tiempo en la superficie, se dieron cuenta de que el sol les estaba haciendo envejecer prematuramente, por lo que escaparon bajo tierra y construyeron enormes complejos subterráneos para vivir. Finalmente, decidieron buscar un nuevo hogar en un nuevo planeta, evacuando la Tierra y dejando atrás sus ciudades subterráneas pobladas por seres mutados: los malvados Dero —robots perjudiciales— y los buenos Tero o robots integrados. Fueron estos seres que Shaver afirmó haber conocido.

Nunca se reveló la ubicación de la entrada a este mundo subterráneo.

Claramente esta es una teoría más que refutada pero también muy aceptada por los seguidores de las teorías de la conspiración.

Cabe recordar que hace un tiempo se descubrió en China un sumidero con un bosque interior que parecía un mundo de los que se mencionan en la Teoría de la Tierra Hueca

Y tu, ¿De que parte estás?