- Mar, 26 Abr 2022, 03:23
#180
En el año 1100, la aldea de Woolpit vivió un incidente que comenzó cuando los campesinos del pueblo que se encontraban labrando el campo, escucharon unos gritos que parecían venir de un bosque cercano, dispuestos a encontrar el origen de los gritos decidieron ir a investigar. No tardaron mucho en descubrir que dentro de una de las trampas para lobos o woolpit (de ahí el nombre del pueblo) se encontraban una niña y un niño, ambos con rasgos negroides, ojos rasgados, ropa de apariencia metálica, hablaban un idioma desconocido para los locales y lo más curioso, su piel era de color verde.

Cuenta la leyenda que los niños fueron llevados a casa de un terrateniente del pueblo donde se les ofreció comida que se negaban a comer hasta que al ver judías verdes las comieron con ganas.
Se cuenta que el niño murió un año después y la niña se casó con alguien del pueblo y de quedó a vivir en Woolpit.
Según se sabe, los niños contaron que vivían en una zona llamada “la tierra de San Martín”, donde el sol nunca brilla. Que mientras cuidaban un rebaño, se oyó un fuerte ruido y que al querer saber de dónde venía el ruido, ambos entraron en un túnel y que luego no recordaban nada más.
En agosto de 1887, el poblado de Banjos, España, despertó asustado por los gritos y lamentos que escucharon durante la noche y madrugada anterior y que al parecer provenían del bosque. Nada más amanecer se decidió hacer unas batidas para intentar encontrar el origen de los gritos.
La sorpresa fue inmensa cuando en el interior de una cueva, se encontraron a dos niños, abrazados, vestidos con ropas hechas de algún material poco común, tenían ojos rasgados y lo más raro, su piel era de color verde (igual que la de los niños verdes de Woolpit).
Los niños fueron llevados ante el juez que reconoció, tras intentar eliminar el color verde de sus pieles, que no se trataba de ningún colorante artificial y que se trataba de un cambio en la pigmentación de la piel.

Durante días se les intentó alimentar pero los niños se negaron rotundamente hasta que se les puso un plato de judías verdes delante, que devoraron. A pesar de todo, el niño murió un tiempo después tras debilitarse poco a poco. La niña, sin embargo logró sobrevivir y su pigmentación verde desapareció con el tiempo. Se cuenta que aprendió a comunicarse (ya que no hablaba castellano) y fue entonces cuando contó que "venía de un lugar sin luz solar, que se encontraban en penumbras permanente y que ese misterioso lugar se encontraba separado por un gran río de una zona de luz".
Contó además que no sabía cómo llegaron a la cueva. Que se encontraban ayudando a su padre con un rebaño de ovejas cuando escucharon un ruido fuerte que parecía venir de una cueva, donde estuvieron deambulando hasta que fueron encontrados.
Lamentablemente la niña falleció unos años más tarde y el caso se quedó en el olvido y el misterio.
Curiosamente ambas historias coinciden y tienen muchas semejanzas por lo que es posible que una sea una invención basada en la primera.
Curiosamente ambas historias coinciden y tienen muchas semejanzas por lo que es posible que una sea una invención basada en la primera.
Además se sabe que tras varias investigaciones ha sido imposible encontrar el pueblo llamado Banjos en España, e incluso se ha jugado con la hipótesis de que el pueblo al que hacia referencia era en realidad, Béjar, en Salamanca.
En la red hay infinidad de referencias a ambos casos que en ocasiones terminan entrelazándose, con datos que varían de una a otra historia, como es el apellido del terrateniente, Calno, (en el caso de Woolpit) y el del juez, Calvo (en el de Banjos).
La muerte prematura del niño, la referencia a la tierra oscura separada por un río de aquella con luz, y por supuesto la coloración verdosa de la piel, entre otras, son características comunes en ambos casos.
Para el directo color verde de la piel no existe una explicación posible aunque el envenenamiento con arsénico puede provocar que la piel se torne verdosa
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los niños verdes de woolpit

Cuenta la leyenda que los niños fueron llevados a casa de un terrateniente del pueblo donde se les ofreció comida que se negaban a comer hasta que al ver judías verdes las comieron con ganas.
Se cuenta que el niño murió un año después y la niña se casó con alguien del pueblo y de quedó a vivir en Woolpit.
Según se sabe, los niños contaron que vivían en una zona llamada “la tierra de San Martín”, donde el sol nunca brilla. Que mientras cuidaban un rebaño, se oyó un fuerte ruido y que al querer saber de dónde venía el ruido, ambos entraron en un túnel y que luego no recordaban nada más.
los niños verdes de banjos
La sorpresa fue inmensa cuando en el interior de una cueva, se encontraron a dos niños, abrazados, vestidos con ropas hechas de algún material poco común, tenían ojos rasgados y lo más raro, su piel era de color verde (igual que la de los niños verdes de Woolpit).
Los niños fueron llevados ante el juez que reconoció, tras intentar eliminar el color verde de sus pieles, que no se trataba de ningún colorante artificial y que se trataba de un cambio en la pigmentación de la piel.

Durante días se les intentó alimentar pero los niños se negaron rotundamente hasta que se les puso un plato de judías verdes delante, que devoraron. A pesar de todo, el niño murió un tiempo después tras debilitarse poco a poco. La niña, sin embargo logró sobrevivir y su pigmentación verde desapareció con el tiempo. Se cuenta que aprendió a comunicarse (ya que no hablaba castellano) y fue entonces cuando contó que "venía de un lugar sin luz solar, que se encontraban en penumbras permanente y que ese misterioso lugar se encontraba separado por un gran río de una zona de luz".
Contó además que no sabía cómo llegaron a la cueva. Que se encontraban ayudando a su padre con un rebaño de ovejas cuando escucharon un ruido fuerte que parecía venir de una cueva, donde estuvieron deambulando hasta que fueron encontrados.
Lamentablemente la niña falleció unos años más tarde y el caso se quedó en el olvido y el misterio.
Curiosamente ambas historias coinciden y tienen muchas semejanzas por lo que es posible que una sea una invención basada en la primera.
puntos en común y posibles explicaciones
Además se sabe que tras varias investigaciones ha sido imposible encontrar el pueblo llamado Banjos en España, e incluso se ha jugado con la hipótesis de que el pueblo al que hacia referencia era en realidad, Béjar, en Salamanca.
En la red hay infinidad de referencias a ambos casos que en ocasiones terminan entrelazándose, con datos que varían de una a otra historia, como es el apellido del terrateniente, Calno, (en el caso de Woolpit) y el del juez, Calvo (en el de Banjos).
La muerte prematura del niño, la referencia a la tierra oscura separada por un río de aquella con luz, y por supuesto la coloración verdosa de la piel, entre otras, son características comunes en ambos casos.
Para el directo color verde de la piel no existe una explicación posible aunque el envenenamiento con arsénico puede provocar que la piel se torne verdosa
¿Has sentido alguna vez esas cosas punzantes en la nuca? Son ellos…