- Mié, 08 Jun 2022, 21:43
#435
El 7 de febrero de 1966 varios testigos, de la zona de Aluche, en Madrid reportaron haber visto una nave espacial aterrizando en un descampado. Una zona chamuscada de forma circular fue mostrada como "prueba irrefutable" del echo. Entre los testigos, y tomando gran relevancia desde un primer momento, se encontraba un hombre llamado Luis Jordán Peña que relataba haber visto un objeto de forma triangular y color naranja y que descendió y aterrizó muy cerca de él.

Aquel aterrizaje dejó tres huellas profundas, rectangulares con una separación de unos 6 metros entre ellas y una fiel convicción de que Madrid estaba siendo visitada por seres de otro mundo.

Desde los años 50 funcionaba en Madrid una suerte de tertulias dedicadas al por aquellas fechas, muy habitual fenómeno ovni.
Aquellas tertulias inicialmente llevadas a cabo en cafés de la capital derivaron con el tiempo en la Sociedad de Amigos de Visitantes del Espacio BURU con sede en el sótano de un bar cuyo nombre era La Ballena Alegre y del cual hemos hablado en el post dedicado al caso de Alberto Sanmartín y la piedra del espacio
Tras el avistamiento de febrero, y aprovechando aquí suceso para apoyar sus ideas sobre contactos ovni, el grupo BURU y en especial su fundador, Fernando Sesma, comunicaron que desde hacía tiempo venían recibiendo mensajes procedentes de seres que habitaban un planeta llamado Ummo, ubicado a 14 años luz de la tierra. Los ummitas, como se les llamaba a sus habitantes, habían compartido información científica con aquellos tertulianos y les habían dado a conocer datos de su planeta y su cultura. Algunas de las supuestas cartas trataban sobre temas de medicina y ciencia que parecían desconocidos para la sociedad de la época. Incluso se llegó a decir que algunos de ellos ya vivían infiltrados entre la gente.
Los integrantes del grupo BURU aseguraron entonces, gracias a sus contactos ummitas, que un nuevo platillo volador aterrizaría unos meses más tarde, también en Madrid. El 1 de junio de 1967 un grupo de personas aseguró haber sido testigo del aterrizaje de una nave espacial, como estaba previsto. En esta ocasión el el incidente ocurrió San José de Valderas, en Madrid.

La nave, aseguraban, era de origen ummita, dato que sabían porque en la parte inferior de la misma se podía ver el mismo signo con el que los extraterrestres firmaban las cartas enviadas a Sesma y su grupo. Aquella nave llegó a posarse muy cerca de la montaña de Santa Mónica en San José de Valderas.

Junto a las huellas dejadas por el supuesto plato volador, cuentan que aparecieron unos cilindros metálicos con un líquido semejante al agua en su interior junto a unas láminas de algún material similar al plástico con el signo de Ummo grabado.

Un posterior informe del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespacial reflejaba que el material del que estaban compuestas esas láminas era bastante poco conocido en esa época y que los cilindros metálicos estaban hechos de una aleación poco común de níquel del 99%.

Fue entonces cuando unas fotos supuestamente tomadas a aquel esperado OVNI aparecieron para darle más relevancia y fiabilidad, si cabe, a las visitas y cartas de los ummitas. El caso Ummo ya estaba en marcha.
Y efectivamente todo lo que sube tiene que caer y eso fue lo que pasó lentamente con el Caso Ummo.
Primero fueron investigadores independientes los que comenzaron a replantearse el caso y tener dudas sobre la fiabilidad de las fotos que según algunos laboratorios podrías tratarse de una recreación, una maqueta de una nave de unos 20cm que estaría pendiendo de un hilo muy fino y que dada la calidad de la imagen y la utilización de alguna técnica fotográfica no se podría ver.
También llamaba la atención toda la información sobre los ummitas y las fotos de sus naves habían salido de los "creadores" de toda la historia, Fernando Sesma y Luis Jordan Peña, sobretodo este último, quién tras casi 20 años confesó que todo había sido una historia creada de la que desconocemos los objetivos.
Aún hoy hay quienes creen que esas naves, el planeta Ummo y los ummitas han estado y están entre nosotros.
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génesis

Aquel aterrizaje dejó tres huellas profundas, rectangulares con una separación de unos 6 metros entre ellas y una fiel convicción de que Madrid estaba siendo visitada por seres de otro mundo.

la ballena alegre: el germen de todo
Aquellas tertulias inicialmente llevadas a cabo en cafés de la capital derivaron con el tiempo en la Sociedad de Amigos de Visitantes del Espacio BURU con sede en el sótano de un bar cuyo nombre era La Ballena Alegre y del cual hemos hablado en el post dedicado al caso de Alberto Sanmartín y la piedra del espacio
contactos ummitas
Los integrantes del grupo BURU aseguraron entonces, gracias a sus contactos ummitas, que un nuevo platillo volador aterrizaría unos meses más tarde, también en Madrid. El 1 de junio de 1967 un grupo de personas aseguró haber sido testigo del aterrizaje de una nave espacial, como estaba previsto. En esta ocasión el el incidente ocurrió San José de Valderas, en Madrid.

La nave, aseguraban, era de origen ummita, dato que sabían porque en la parte inferior de la misma se podía ver el mismo signo con el que los extraterrestres firmaban las cartas enviadas a Sesma y su grupo. Aquella nave llegó a posarse muy cerca de la montaña de Santa Mónica en San José de Valderas.

Junto a las huellas dejadas por el supuesto plato volador, cuentan que aparecieron unos cilindros metálicos con un líquido semejante al agua en su interior junto a unas láminas de algún material similar al plástico con el signo de Ummo grabado.

Un posterior informe del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespacial reflejaba que el material del que estaban compuestas esas láminas era bastante poco conocido en esa época y que los cilindros metálicos estaban hechos de una aleación poco común de níquel del 99%.

Fue entonces cuando unas fotos supuestamente tomadas a aquel esperado OVNI aparecieron para darle más relevancia y fiabilidad, si cabe, a las visitas y cartas de los ummitas. El caso Ummo ya estaba en marcha.
todo lo que sube...
Primero fueron investigadores independientes los que comenzaron a replantearse el caso y tener dudas sobre la fiabilidad de las fotos que según algunos laboratorios podrías tratarse de una recreación, una maqueta de una nave de unos 20cm que estaría pendiendo de un hilo muy fino y que dada la calidad de la imagen y la utilización de alguna técnica fotográfica no se podría ver.
También llamaba la atención toda la información sobre los ummitas y las fotos de sus naves habían salido de los "creadores" de toda la historia, Fernando Sesma y Luis Jordan Peña, sobretodo este último, quién tras casi 20 años confesó que todo había sido una historia creada de la que desconocemos los objetivos.
Aún hoy hay quienes creen que esas naves, el planeta Ummo y los ummitas han estado y están entre nosotros.
Adimension, Festina le gusta esto
¿Has sentido alguna vez esas cosas punzantes en la nuca? Son ellos…