- Jue, 17 Nov 2022, 05:58
#1181
He comido demasiado y me tumbo un momento en el sofá para dar una cabezadita. En seguida comienza el sueño. Es primavera y estoy de camino a la isla Gran Liajovski, en el norte de Siberia. Pretendo encontrar un par de colmillos de mamut entre el permafrost. Hace un frío que pela y para colmo me han descubierto varios hombres yakuto, que me persiguen con sus lanzas. Arranco la zodiac con dirección a mi barco.
Mientras espero a que se olviden de mí se desencadena una furiosa tormenta que arrastra la embarcación hasta la isla de Wrangel. Me reciben unos inuit que me conducen muy amables a su poblado. Me hablan de Raoul Wallenberg, que convivió con ellos sus últimos años, confirmando con ello la versión de Efim Moshinski. Me enseñan su tumba, un montículo en forma de pirámide truncada en la que asoman en su cénit dos colmillos de mamut lanudo. Los inuit permiten que los coja, son una gente excelente. Trazo planes para llevármelos a China, donde mi comprador pagará al menos 100.000 euros por la pareja. Es mi intención en este viaje entrar en contacto con algún artista chino y asociarme con él para un negocio aún más redondo. De pronto convulsiono. Son las manos de mi mujer que me están zarandeando para que despierte. La niña va a llegar tarde a sus clases de tenis. Miro el reloj. Han pasado quince minutos, pero en mi sueño mi aventura transcurría durante semanas y su recuerdo es más real que esta vigilia.
Por la noche, temblando, me siento frente al portátil y busco con un software de
rastreo satelital una pirámide truncada en la isla de Wrangel. Por supuesto, la encuentro
y por supuesto tiene dos agujeros. Me voy a dormir.
Mientras espero a que se olviden de mí se desencadena una furiosa tormenta que arrastra la embarcación hasta la isla de Wrangel. Me reciben unos inuit que me conducen muy amables a su poblado. Me hablan de Raoul Wallenberg, que convivió con ellos sus últimos años, confirmando con ello la versión de Efim Moshinski. Me enseñan su tumba, un montículo en forma de pirámide truncada en la que asoman en su cénit dos colmillos de mamut lanudo. Los inuit permiten que los coja, son una gente excelente. Trazo planes para llevármelos a China, donde mi comprador pagará al menos 100.000 euros por la pareja. Es mi intención en este viaje entrar en contacto con algún artista chino y asociarme con él para un negocio aún más redondo. De pronto convulsiono. Son las manos de mi mujer que me están zarandeando para que despierte. La niña va a llegar tarde a sus clases de tenis. Miro el reloj. Han pasado quince minutos, pero en mi sueño mi aventura transcurría durante semanas y su recuerdo es más real que esta vigilia.
Por la noche, temblando, me siento frente al portátil y busco con un software de
rastreo satelital una pirámide truncada en la isla de Wrangel. Por supuesto, la encuentro
y por supuesto tiene dos agujeros. Me voy a dormir.