- Dom, 28 Ago 2022, 17:06
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Se me ha ocurrido comenzar una serie dedicada los mitos y leyendas más famosos de España.
Una recopilación que podría y sería genial ampliar a otros países y que creo que podría ser muy interesante.
Comenzamos por un par de famosa leyendas de la geografía española:
Valladolid
La historia del sillón del Diablo se remonta al año 1550, cuando se fundó la primera cátedra de anatomía humana de España en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, dirigida por Alonso Rodríguez de Guevara, quien llevó a cabo las primeras disecciones humanas en España, gracias a un permiso real. A dicha universidad asistió un curioso joven portugués que apenas pasaba de los 20 años, de origen sefardí, cuyo nombre era Andrés de Proaza, con gran interés por la medicina y en especial por la anatomía humana. El mismo año en que llegaba el sefardí a Valladolid, un niño de 9 años desapareció justo en la zona de la calle Esgueva, la misma calle en la que había alquilado una casa. Los vecinos denunciaron a las autoridades que del sótano de la casa del portugués, cuya parte trasera daba a la calle Solanilla, se podían oír llantos y gritos, además que aseguraron ver cómo salía agua manchada con sangre por el desagüe de aquella vivienda.

En el sótano encontraron una mesa de madera con el cuerpo descuartizado del niño desaparecido y junto a este, cadáveres de perros y gatos diseccionados. El sefardí confesó allí mismo entre lágrimas. Tenía un pacto con el Diablo que se le había aparecido a través del sillón que estaba en su escritorio, allí se sentaba y solamente podía escribir macabros textos nigrománticos o sobre cómo realizar una autopsia a una persona viva inspirados por un extraño trance. Dice que llevando a la práctica los dictados del diablo, el propio Satán le conferiría toda la sabiduría del mundo en medicina. Tras ser detenido se procedió a inspeccionar el resto del domicilio, así encontraron el sillón. Era un mueble nuevo de brazos desmontables de madera de nogal que tiene el respaldo y el asentamiento de cuero decorados con motivos florales, dibujados mediante pespuntes, y geométricos, repujados.
El portugués fue condenado a morir en la hoguera por el tribunal de la Inquisición. El sillón pasó a formar parte en algún almacén de la Villa y, poco después, pasaron a formar parte del mobiliario de la Universidad de Valladolid. Cuenta la leyenda que aquel que se sienta en el sillón del diablo varias veces, si no es médico, muere a los dos o tres días. Pero si eres médico podrías adquirir todo el conocimiento sobre las curas y enfermedades del mundo. Y alguna cosa extraña debió pasar desde aquellos lejanos años del siglo XVI… Puesto que el sillón se catalogó en pleno siglo XX en una extraña ubicación: estaba situado en la antigua capilla de la Universidad de Valladolid, sujeta a la pared boca abajo y a una buena altura para que nadie se pudiera sentar.
fuente: wikipedia
Tenerife
Chamoco, como se conoce también al Barranco de Badajoz, es un cañón situado en Tenerife, en el archipiélago canario. Las leyendas en torno a este lugar son tantas que se pierden en el tiempo y resulta difícil abarcar todas. La mayoría convergen en un punto común: la aparición de luces o figuras luminosas.

Una de las primeras historias se remonta a 1912, cuando dos mineros buscaban vías para sus excavaciones. Una pared se derrumbó ante ellos, dejando al descubierto una cavidad que ocupaban dos entes luminosos. Hay dos versiones: en una, huyeron despavoridos en busca de la Guardia Civil; en la otra, los entes les mostraron el lugar perfecto para cavar.
No era la primera vez que alguien se topaba con los seres brillantes. Décadas antes, una niña salió a buscar fruta por el barranco. Al llegar a un peral, le pudo el cansancio y se durmió. Se despertó al notar la presencia de un hombre alto vestido de blanco, que la invitó a irse con él. No sintió miedo alguno y lo acompañó al interior de una cueva que daba a un valle en el que había más entes como él.
La niña salió al rato de la cueva acompañada por el misterioso ser, que la ayudó a recoger las peras antes de volver a casa. Pero cuando regresó al pueblo, todo el mundo estaba perplejo: lo que para la niña habían sido unas pocas horas eran en realidad 20 años.
fuente: TheHuffPost
Una recopilación que podría y sería genial ampliar a otros países y que creo que podría ser muy interesante.
Comenzamos por un par de famosa leyendas de la geografía española:
el sillón del Diablo
La historia del sillón del Diablo se remonta al año 1550, cuando se fundó la primera cátedra de anatomía humana de España en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, dirigida por Alonso Rodríguez de Guevara, quien llevó a cabo las primeras disecciones humanas en España, gracias a un permiso real. A dicha universidad asistió un curioso joven portugués que apenas pasaba de los 20 años, de origen sefardí, cuyo nombre era Andrés de Proaza, con gran interés por la medicina y en especial por la anatomía humana. El mismo año en que llegaba el sefardí a Valladolid, un niño de 9 años desapareció justo en la zona de la calle Esgueva, la misma calle en la que había alquilado una casa. Los vecinos denunciaron a las autoridades que del sótano de la casa del portugués, cuya parte trasera daba a la calle Solanilla, se podían oír llantos y gritos, además que aseguraron ver cómo salía agua manchada con sangre por el desagüe de aquella vivienda.

En el sótano encontraron una mesa de madera con el cuerpo descuartizado del niño desaparecido y junto a este, cadáveres de perros y gatos diseccionados. El sefardí confesó allí mismo entre lágrimas. Tenía un pacto con el Diablo que se le había aparecido a través del sillón que estaba en su escritorio, allí se sentaba y solamente podía escribir macabros textos nigrománticos o sobre cómo realizar una autopsia a una persona viva inspirados por un extraño trance. Dice que llevando a la práctica los dictados del diablo, el propio Satán le conferiría toda la sabiduría del mundo en medicina. Tras ser detenido se procedió a inspeccionar el resto del domicilio, así encontraron el sillón. Era un mueble nuevo de brazos desmontables de madera de nogal que tiene el respaldo y el asentamiento de cuero decorados con motivos florales, dibujados mediante pespuntes, y geométricos, repujados.
El portugués fue condenado a morir en la hoguera por el tribunal de la Inquisición. El sillón pasó a formar parte en algún almacén de la Villa y, poco después, pasaron a formar parte del mobiliario de la Universidad de Valladolid. Cuenta la leyenda que aquel que se sienta en el sillón del diablo varias veces, si no es médico, muere a los dos o tres días. Pero si eres médico podrías adquirir todo el conocimiento sobre las curas y enfermedades del mundo. Y alguna cosa extraña debió pasar desde aquellos lejanos años del siglo XVI… Puesto que el sillón se catalogó en pleno siglo XX en una extraña ubicación: estaba situado en la antigua capilla de la Universidad de Valladolid, sujeta a la pared boca abajo y a una buena altura para que nadie se pudiera sentar.
fuente: wikipedia
el barranco de Badajoz
Chamoco, como se conoce también al Barranco de Badajoz, es un cañón situado en Tenerife, en el archipiélago canario. Las leyendas en torno a este lugar son tantas que se pierden en el tiempo y resulta difícil abarcar todas. La mayoría convergen en un punto común: la aparición de luces o figuras luminosas.

Una de las primeras historias se remonta a 1912, cuando dos mineros buscaban vías para sus excavaciones. Una pared se derrumbó ante ellos, dejando al descubierto una cavidad que ocupaban dos entes luminosos. Hay dos versiones: en una, huyeron despavoridos en busca de la Guardia Civil; en la otra, los entes les mostraron el lugar perfecto para cavar.
No era la primera vez que alguien se topaba con los seres brillantes. Décadas antes, una niña salió a buscar fruta por el barranco. Al llegar a un peral, le pudo el cansancio y se durmió. Se despertó al notar la presencia de un hombre alto vestido de blanco, que la invitó a irse con él. No sintió miedo alguno y lo acompañó al interior de una cueva que daba a un valle en el que había más entes como él.
La niña salió al rato de la cueva acompañada por el misterioso ser, que la ayudó a recoger las peras antes de volver a casa. Pero cuando regresó al pueblo, todo el mundo estaba perplejo: lo que para la niña habían sido unas pocas horas eran en realidad 20 años.
fuente: TheHuffPost
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