- Mar, 14 Jun 2022, 10:30
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El equipo de ingeniería de la NASA está investigando un misterio que tiene lugar en la nave espacial Voyager 1.

La Voyager 1 es el objeto creado por el hombre más distante que existe, ya que se lanzó hace 44 años. Actualmente, está operando en el borde del sistema solar, volando a través del “medio interestelar” más allá de la influencia del Sol.
Sin embargo, los científicos descubrieron que la nave está recibiendo y ejecutando comandos de la Tierra con éxito, pero las lecturas del AACS (sistema de control y articulación de actitud) de la sonda no reflejan lo que realmente está sucediendo a bordo de la Voyager 1.
El sistema controla la orientación de la nave manteniendo su antena apuntando con precisión a la Tierra para que los datos puedan enviarse desde ella a la NASA. Si bien todas las indicaciones sugieren que el AACS funciona con normalidad, los datos de telemetría que envía de regreso parecen generarse aleatoriamente y no reflejan ningún estado posible en el que podría estar el sistema.
Además, el problema no ha activado ningún sistema de protección contra fallas que pueda poner a la Voyager en modo seguro, y la señal no se ha debilitado, lo que sugiere que la antena todavía está en su posición normal, apuntando hacia la Tierra.
El AACS controla la orientación y el funcionamiento de esta nave de casi medio siglo de vida, una longevidad mayor de lo que esperaban los responsables del proyecto. Podría ser un fallo asociado a su edad, matizan desde la NASA, pero no es la única hipótesis que manejan desde la base de California.

“Un misterio como este es normal en esta etapa de la misión Voyager. Las naves tienen casi 45 años y además estamos en el espacio interestelar, un entorno de alta radiación en el que ninguna nave espacial ha volado antes”, apunta Suzanne Dodd, gerente de proyecto de las Voyager 1 y 2.
La Voyager 1 opera a unos 23.300 millones de kilómetros de la Tierra. Una distancia que la convierte en la sonda más alejada de ‘nosotros’ y en funcionamiento. Según la NASA, la distancia es tal que los mensajes que se envían al artefacto tardan dos días en llegar, algo con lo que ya cuentan los ingenieros del equipo.
Los fallos que refleja el AACS son “incompatibles” con cualquiera de los estados en los que podría estar esta unidad, por lo que la agencia espacial plantea que podrían haberse generado aleatoriamente. Lo cierto es que no se trata de un fallo que obligue a la nave a poner su “modo seguro”, una reducción de actividad hasta mínimos para asegurar su supervivencia. Ni siquiera se ha debilitado la intensidad de la señal que manda.
Es posible que el equipo no encuentre la fuente de la anomalía y, en cambio, se adapte a ella, ha añadido Suzanne Dodd. En caso de que sí se descubra el origen, las operaciones remotas podrían solucionar el problema, que, de momento, trae de cabeza a los responsables de la NASA.
Fuente: Independent | HuffPost

La Voyager 1 es el objeto creado por el hombre más distante que existe, ya que se lanzó hace 44 años. Actualmente, está operando en el borde del sistema solar, volando a través del “medio interestelar” más allá de la influencia del Sol.
Sin embargo, los científicos descubrieron que la nave está recibiendo y ejecutando comandos de la Tierra con éxito, pero las lecturas del AACS (sistema de control y articulación de actitud) de la sonda no reflejan lo que realmente está sucediendo a bordo de la Voyager 1.
El sistema controla la orientación de la nave manteniendo su antena apuntando con precisión a la Tierra para que los datos puedan enviarse desde ella a la NASA. Si bien todas las indicaciones sugieren que el AACS funciona con normalidad, los datos de telemetría que envía de regreso parecen generarse aleatoriamente y no reflejan ningún estado posible en el que podría estar el sistema.
Además, el problema no ha activado ningún sistema de protección contra fallas que pueda poner a la Voyager en modo seguro, y la señal no se ha debilitado, lo que sugiere que la antena todavía está en su posición normal, apuntando hacia la Tierra.
un problema de edad

“Un misterio como este es normal en esta etapa de la misión Voyager. Las naves tienen casi 45 años y además estamos en el espacio interestelar, un entorno de alta radiación en el que ninguna nave espacial ha volado antes”, apunta Suzanne Dodd, gerente de proyecto de las Voyager 1 y 2.
dos días para recibir datos
Los fallos que refleja el AACS son “incompatibles” con cualquiera de los estados en los que podría estar esta unidad, por lo que la agencia espacial plantea que podrían haberse generado aleatoriamente. Lo cierto es que no se trata de un fallo que obligue a la nave a poner su “modo seguro”, una reducción de actividad hasta mínimos para asegurar su supervivencia. Ni siquiera se ha debilitado la intensidad de la señal que manda.
Es posible que el equipo no encuentre la fuente de la anomalía y, en cambio, se adapte a ella, ha añadido Suzanne Dodd. En caso de que sí se descubra el origen, las operaciones remotas podrían solucionar el problema, que, de momento, trae de cabeza a los responsables de la NASA.
Fuente: Independent | HuffPost
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